Escribimos por el placer de hacerlo o porque tenemos ganas de expresar nuestras ideas. Escribimos como reto, como necesidad vital, como ejercicio introspectivo, de autoafirmación, por puro ego…
Cada cual tiene sus motivos. Pero la cuestión es que, a quien se inicia en esta aventura y no tira la toalla, le llega el día en el que esa obra que con tantos desvelos ha sacado adelante por fin se acaba.
Punto y final ¿O punto y principio?
Porque tanto trabajo quedará en nada, en un simple juego de solitario, si el libro no logra ver la luz. En el formato que sea y a través de los canales a los que logremos acceder.
Aunque sólo sea por respeto a nuestro manuscrito, debemos volcarnos para conseguir que el libro sea accesible a sus lectores potenciales.
A lo largo de próximos artículos revisaremos los principales puntos a tener en cuenta a la hora de editar. Lo haremos bajo la perspectiva del autor – escritor, tanto si autoedita como si consigue trabajar con una editorial. Nos centraremos en especial en los aspectos relativos al marketing editorial (producto, precio, promoción y punto de venta) y nos entretendremos en aquellos referidos al lanzamiento de la obra impresa. Estas entradas se ordenarán para su consulta en una página dedicada del blog.
Prácticas con fuego real. Nota del autor.
Deseo que el contenido de estos artículos resulte eminentemente práctico. Por ello he decidido no experimentar con gaseosa. La mayoría de los puntos a tratar responden a mis propias inquietudes como escritor. Por tanto, es justo que buena parte de las estrategias, técnicas y trucos que aquí se expresen, se usen para el lanzamiento de mi libro.
Así que el éxito o fracaso de estas propuestas no sólo será público: lo experimentaré en mis propias carnes. Entenderán que más compromiso resulta imposible.
Enhorabuena Bernardo.
Yo también acabo de lanzarme en esta aventura . Seguiremos compartiendo.
Saludos,
Hola Federica.
Enhorabuena a ti también. Ya contarás cómo saber qué estas haciendo.
PD. Por cierto, tu comentario me ha llegado en plena reunión de técnicos de Incorpora, lo que no deja de tener su gracia 🙂