Carlos Ruiz Zafón¿Qué puedo decir ante una noticia así?

Casi todo lo que siempre he querido ser como escritor (no hablo de fama, sino de talento) podía encontrarlo en Carlos Ruiz Zafón. No me extenderé sobre su obra, no vale la pena.  En su lugar, permitid un par de recuerdos personales.

Cuando pienso en Zafón mi memoria se desplaza a Avenida Tibidabo 32, aunque creo que jamás nos vimos. Yo no trabajaba en Ogilvy & Mather Direct , sólo iba ahí a buscar fotolitos, a entregar muestras o a pelear presupuestos, mientras fantaseaba con el misterio que destilaba aquella mansión. Ajeno, como no podía ser de otra forma, a que alguien ya se estaba inspirando en la magia de ese lugar para tejer historias que años más tarde disfrutaría.

No llegué a conocerlo. Una vez intenté entregarle un manuscrito vía una ex compañera de trabajo, Pilar Sánchez, quien también lo había sido de Carlos y de su esposa. Una maniobra suicida que, como estaba cantado, no llegó a ningún lado. Por eso nunca pude preguntarle hasta qué punto el inspector Fumero había tomado rasgos físicos de Alfonso Mora, una sospecha íntima que ya no tendrá respuesta. Quien conociera a ambos personajes, al real y al novelado, sabrá de qué hablo.

Con Carlos Ruiz Zafón se va una parte de mi vida. Descansa en paz.