Books burning in fire

La muerte del libro de papel, según Carvalho

¿Tinta o pixel? ¿Pantalla o papel? Para muchos analistas, la coexistencia del libro físico con su homónimo electrónico es meramente temporal. En veinte años, el libro impreso sobre papel habrá dejado de existir, o será una reliquia.

Y es que, más allá de la nostalgia, las ventajas del formato electrónico son brutales. Para la industria, pero también para el medio ambiente y hasta para el lector.

Industria

El e-book elimina de forma drástica los costes de producción, distribución y punto de venta, Las editoriales podrán ofrecer libros más baratos y con mayor beneficio para estas compañías. Incluso aumentando los porcentajes de ventas que aplican a sus autores.

Medio ambiente

Más del 40% de la madera que se procesa en el mundo se usa para fabricar papel. Un cuarta parte de los gases invernadero lanzados a la atmosfera proviene de la industria papelera y el 20% de los desechos mundiales tienen relación con el papel.  Un libro de formato medio consume más de 5 kilos de madera virgen. ¿De verdad merece la pena? Podremos seguir manteniendo estas agresiones medio ambientales?

Lectores

Las pantallas se han convertido en el principal soporte para el consumo personal de ocio. A través del móvil vemos películas, series de televisión y escuchamos música. También nos informamos de la actualidad y nos evadimos. Y compramos. Si el libro quiere sobrevivir como elemento de ocio cultural no tendrá otro remedio que integrarse en las plataformas de contenidos.

Ante tan abrumadoras ventajas, parece extraño que tengamos que esperar 20 años para completar la transformación digital de los libros. Y sin embargo, a fecha de hoy, los libros físicos parecen resistir mucho mejor el envite de Internet que, por ejemplo, música o cine. Basta observar el  espacio que aún ocupan en grandes almacenes frente a la brutal reducción del dedicado a discos o películas. Las bibliotecas aguantan mientras que los videoclubs son reliquia. Y es más fácil encontrar una librería en cualquier zona comercial que una tienda de música.

Sería ingenuo pensar que la supervivencia del libro físico se debe tan solo por el apego de los lectores al papel. También eran muy bonitas las enciclopedias, pero ya nadie las compra. O por temor de la industria a la piratería. El libro físico se copia ilegalmente tanto como el electrónico.

¿Cual es la razón de esta persistencia?

Personalmente, creo que el sector editorial no se ha volcado de lleno en el mundo digital porque piensa que todavía no es el momento. Una prudencia en la que pesa más la importancia que aún tiene a nivel mundial la industria del papel y todos sus derivados (maquinaria de artes gráficas, impresores, fabricantes de tintas,…) que cualquier otro criterio. Pero que en cuanto se de luz verde a la transformación el proceso será irreversible.

A medio plazo quedará como un placer para nostálgicos que, además, se lo puedan permitir. Y a largo, en un objeto para coleccionistas.