Espacio personal de Bernardo Muñoz.

Categoría: Actualidad (Página 5 de 5)

El escribidor no tiene quien le quiera o el ninguneo a la creación

El Padrino

Rodaje de El Padrino

Leo el “El Pais”, a partir de una estupenda crónica firmada por Julio LLamazares, que la última edición de los premios Goya negó la alfombra roja a los guionistas, quienes tuvieron que entrar de rondón en el auditorio. Mientras, actores y directores se dejaban fotografiar en el photocall, explotando el éxito obtenido a partir de lo que en su día imaginaron otros.

Me pregunto qué sería del cine sin los creadores de historias. De hecho, no conozco ninguna gran película que no se sustente en un sólido guion. Aunque suene a herejía, estoy convencido de que El Padrino hubiera sido una gran película aún rodada por otro director (pienso en Scorsese) y sustituyendo el reparto final por otro de idéntica solvencia. Y asumo matices, ya que el gran Coppola también fue co-guionista junto a Mario Puzo. Por contra, cuando una buena trama deriva en un mal film, casi siempre es por culpa de la impericia del director o de la escasa credibilidad de los actores.

En el mundo de lo aparente se desprecia la creación y ensalza la figuración. Por eso los directores de cine son menos conocidos que los actores pero más que los guionistas, los cantantes se imponen a los compositores que crean las canciones con las que triunfan y de los escritores,sencillamente, no se acuerda nadie.

Pander

Que encarcelen a unos titiriteros (de los de verdad, sin metáforas)  acusados de apología del terrorismo por representar una obra satírica en pleno carnaval, demuestra una vez más que vivimos en un país de PANDER ETA (sin goras, please)

Una vez lanzados a la caza del guiñol subversivo, como estos estos tipos de la Audiencia se pongan en plan revisionista (les encanta mirar al pasado) capaces son de enchironar a la Bruja Avería por apología de las drogas, a Doña Rogelia por putón y a Macario por… no, seguro que los muñecos de José Luis Moreno nunca tendrán problemas con la justicia.

A mi, sin embargo, un artículo como éste podría llevarme a compartir celda con unos peligrosísimos muñecos (o con sus creadores, que viene a ser lo mismo)

Tiene gracia la cosa

 

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