La aventura de editar. ¿Edición y autoedición? (2)

Publicar a través de una editorial tradicional no supone garantía de éxito para la obra. Como iremos viendo en sucesivas entregas, este modelo tan siquiera garantizará en muchos casos una distribución o una promoción suficientes.

La autoedición ha sido casi siempre el último remedio para quienes no  encontraban otra salida. Sin embargo, los tiempos cambian e Internet impone sus propias reglas. En la actualidad existen infinidad de recursos para que el autor que lo decida tome el control de su obra. Por tanto, crece el número de autores que asumen el rol de editor por voluntad propia . 

Al margen de la motivación de cada cual, vale la pena insistir en que autoeditar puede ser una opción perfectamente viable. Veamos:

De hecho, si nos ceñimos a términos estrictamente económicos esta solución será la más rentable para quienes se vean capaces de vender una tirada corta de su obra.

Tomemos como ejemplo un libro de 200 páginas  en tamaño 13 x 21, impreso a 1 tinta en papel de 80 gr/m2 con portada a todo color impresa sobre estucado 350 gr/m2 (Precios con IVA incluido, cedidos por una imprenta comercial a 04/2018)

La diferencia económica a favor del autoeditor es abrumadora. Además, para conseguir sus objetivos, el emprendedor tendrá libertad para aplicar sus propias estrategias. Será él quien marque  límites y gestione los recursos que desee disponer.

¿Qué guay, verdad? Visto así, resulta más rentable invertir 1000 euros en vender tu propio libro que poner el dinero a plazo fijo en un banco. Sin embargo, antes de enviar a tomar por saco a las editoriales y lanzarse al ruedo de la autoedición conviene tener en cuenta algunas cosas:

Vender 100 libros no es nada sencillo.  Colocar 200 multiplica exponencialmente esta dificultad.

En cuanto deseemos vender más allá de familiares y amigos resulta inevitable invertir.

La distribución y comercialización a través de Internet también genera costes: plataformas, envíos…

Hay que entender que, salvo que alguien pueda dedicarse en cuerpo y alma a trabajar su libro, la distribución física a la que puede aspirar se centrará en su entorno más próximo: alguna librería, bibiliotecas, club sociales… Si deseamos que nuestro libro llegue a comercios de referencia (Casa del Libro, el Corte Inglés…) en un ámbito regional o estatal necesitaremos trabajar  a través empresas distribuidoras. Negociar con estas empresas para un novato es un acto kamikaze. Y El el caso improbable de que nos hagan caso conviene saber que:

Distribución y punto de venta suponen un 60% del coste del libro.

Así las cosas, el beneficio posible para el autor quedará drásticamente mermado.  Para 200 ejemplares (dando por hecho que se vayan a vender los 200) sería:

Nuestra recomendación para autores que deseen autoeditar y no conozcan las claves del negocio editorial son: trabajar con pequeñas tiradas de 50 o 100 ejemplares máximo (siempre pueden ampliarse) centrarse en el entorno más próximo, huir de las distribuidoras y plantear la expansión territorial a través de Internet. O explorar alternativas de edición híbridas, como la que propone Amazon

¿Nos vamos a despedir sin hablar de Amazon?

Claro que no. El gigante americano ha cambiado el negocio editorial, aunque parece que solo es el principio de la transformación que forzará en el sector.  Y su propuesta para escritores, el Amazon Kindle publishing es a día de hoy la solución más completa para escritores que desen editar por sí mismos. Tanto que su análisis merecerá una entrega dedicada.